El campo discursivo de lo político implica, enfrentamiento, relación con un enemigo, lucha entre enunciadores; se ha hablado en este sentido, de la dimensión polémica del discurso político, como lo afirma Verón.
Estas características plantean problemas relativos a los mecanismos de enunciación en el discurso político, para estudiarlo más a fondo elaboramos el apunte que dejamos a continuación.
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La Enunciación
política. Discurso político
1. Plano del enunciado: Entidades y Componentes
2. Estrategias discursivas
3. Relación del texto con la situación
Es evidente que el campo discursivo de lo político
implica, enfrentamiento, relación con un enemigo, lucha entre enunciadores; se
ha hablado en este sentido, de la dimensión polémica del discurso político,
como lo afirma Verón.
Estas características plantean problemas relativos
a los mecanismos de enunciación en el discurso político.
Acto
de Enunciación: designamos el acontecimiento singular que es la
producción de un enunciado o sucesión de enunciados. Todo acto de enunciación
política es una réplica y anticipa, supone una réplica.
Todo discurso
político está habitado por un Otro negativo pero también construye un Otro
positivo, aquél al que el discurso está dirigido Se trata de un desdoblamiento
que se sitúa en la destinación. Podemos decir que el imaginario político supone
no menos de dos destinatarios: uno negativo y otro positivo. El discurso
político se dirige a ambos simultáneamente.
Tres
destinatarios para un enunciador:
1)
Prodestinatario: preceptor que participa de las mismas ideas,
adhiere a los mismos valores y persigue los mismos objetivos que el enunciador.
El lazo que los une es la creencia presupuesta. El destinatario positivo es el
partidario. La relación entre ambos cobra la forma característica del colectivo
de identificación, que se expresa a través del nosotros inclusivo. La función
es la de refuerzo.
2)
Contradestinatario: es el adversario, no comparte las mismas ideas.
Está excluido del colectivo de identificación. El lazo que los une es la
inversión de la creencia: lo que es verdadero para el enunciador es falso para
el contradestinatario. Es el “contra”. El discurso del otro que habita el
discurso político no es otra cosa que la presencia de la lectura destructiva
que define la posición del adversario.
3)
Paradestinatario: es el indeciso, sectores de la ciudadanía fuera
del juego. El lazo que los une es la suspensión de la creencia. La función es
la persuasión.
Prodestinatario creencia presupuesta refuerzo
Contradestinatario inversión creencia polémica
Paradestinatario suspensión de la creencia
persuasión
En el análisis de un discurso político podemos
individualizar estos destinatarios.
El contradestinatario no necesariamente debe ser
una persona, pueden ser por ejemplo " las fuerzas oscuras", "esfuerzos
totalitarios", "sectores de la reacción", etc.
1. Plano del enunciado: Entidades y Componentes
A continuación les presentamos:
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Primer nivel: Entidades del Imaginario Político
1) Colectivo de identificación: marcado por el
“nosotros” en el plano enunciativo. Ej: nosotros los radicales, nosotros los
comunistas. Marca la relación Enunciador- prodestinatario. Adquiere sentido
negativo cuando se trata de un contradestinatario. Son entidades enumerables,
admiten la cuantificación y la fragmentación (ej. Muchos socialistas piensan
que...).
2) Colectivos más amplios: también enumerables. Son
entidades más amplias, más abarcadoras que los colectivos y que el enunciador
político coloca habitualmente en posición de recepción: ej. “ciudadanos”,
“trabajadores”, “argentinos”. Están asociados al paradestinatario.
3) Meta-colectivos singulares: singulares porque no
admiten la cuantificación ni la fragmentación. Son más abarcadores: por ej.
País, estado, pueblo, república, nación, Argentina, mundo.
4) Formas nominalizadas: son operadores de
interpretación. Funcionan como fórmulas de valor metafórico cuya función tiene
valor de sustitución (síntesis) de la doctrina del locutor o posición política
de valor positivo o negativo. Llegan a desgajarse del discurso político para
convertirse en “slogans” publicitario durante campañas políticas (elecciones).
Funcionan como fórmulas relativamente aisladas. (Ej “proyecto de país” de
Vernet; “fuerzas oscuras” de Alfonsín)5) Formas nominales de poder explicativo:
poseen un poder explicativo , son verdaderos operadores de interpretación.
Generan comprensión inmediata, un efecto inmediato de inteligibilidad por parte
del prodestinatario. Ej. Crisis, desocupación, tiempos difíciles, imperialismo.
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Segundo nivel: Componentes
Este nivel opera como articulación entre enunciado
y la enunciación, puesto que los componentes definen las modalidades a través
de las cuales el enunciador construye su red de relaciones con las entidades
del imaginario.
1) Descriptivo: evalúa una situación. El enunciador
ejercita la constatación: hace el balance de una situación, practica una
lectura de historia del pasado y de la situación actual. Predominan los verbos
en presente de indicativo. Esta lectura del pasado y del presente se articula
por medio del fantasma del saber colectivo que reenvía al nosotros de
identificación o a otro colectivo más amplio como la Patria o la nación o bien
a través de la propia imagen del enunciador en tanto Líder, fuente de la
coherencia y de la racionalidad de estas lecturas. Incluye modalizaciones
apreciativas que articulan la descripción. (Evaluaciones). Modalidad del saber
2) Didáctico: El enunciador político no evalúa una
situación sino que enuncia un principio general, no describe una coyuntura
específica sino que formula una verdad universal, las marcas de la subjetividad
son mucho menos frecuentes, los principios se enuncian en el plano intemporal
de la verdad. Modalidad del saber.
3) Prescriptivo: entreteje lo que es del orden del
deber, del orden de la necesidad deontológica. (Ciencia de los deberes y
derechos). Tiene un carácter impersonal, el enunciador enuncia una regla, una
sentencia, como un imperativo universal o al menos universalizable. Está
orientada hacia el pro y el para. Modalidad del deber ser.
4) Programático: en este componente se manifiesta
el peso de los fantasmas del futuro. Aquí el enunciador promete, anuncia, se
compromete.. se caracteriza por el predominio de las formas verbales en
infinitivo y futuro. El infinitivo puede ser reemplazado por nominalizaciones.
Modalidad del orden del poder hacer
2. Estrategias discursivas
Enunciar una
palabra política consiste entonces en situarse a sí mismo y en situar tres
tipos de destinatarios diferentes.
Por medio de constataciones, explicaciones,
prescripciones y promesas respecto del imaginario colectivo:
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por un lado respecto de los metacolectivos:
entidades con las que el enunciador busca construir una relación;
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y con el colectivo de identificación: la entidad
que funda la legitimidad de la toma de palabra. Las estrategias discursivas
podrán ser diferentes en el campo político: la relación del Enunciador con los
meta-colectivos singulares. la relación del Enunciador con su colectivo de
identificación, las modalidades de construcción de los destinatarios, la articulación
del Enunciador con su Ego en el contexto de cada componente y rol desempeñado
por los tres tipos de destinatarios en el contexto de cada modalidad de
articulación de los componentes entre sí y del peso relativo de cada uno.
3. Relación del texto con la situación
Entre las
Consignas que han completado en las para trabajar los discursos políticos les
pedimos una reconstrucción de la situación de enunciación o contexto. Este
problema es sin duda, uno de los problemas más intrincados por las diferentes y
encontradas posiciones de las distintas escuelas y teorías.
Este concepto ha servido tradicionalmente de puente
para relacionar las estructuras del lenguaje con las estructuras sociales.
Sociolingüística, etnometodología, etnography of speaking, incluso la llamada
pragmática, han hecho notar la necesidad de tener en cuenta el contexto en que
se sitúa la producción lingüística.
Si no se
tomase en cuenta, las expresiones lingüísticas adolecerían de una necesaria
ambigüedad, cuando no, a veces de incomprensibilidad. El discurso está siempre
empotrado en un contexto más amplio, el propio término con-texto lo sugiere. Y
ese quizás fue el sentido que quiso darle B. Malinowski cuando habló del
contexto de la situación.
Para el
antropólogo el lenguaje era no una "contracara del pensamiento" sino
un modo de actividad como otras actividades socialmente cooperativas, producida
y comprendida sólo dentro de un contexto dado de la situación. En un primer
momento Malinowski pensó - mientras trataba de traducir en su trabajo sobre los
trobiandeses la lengua kiriwinian- que la necesidad de contemplar la situación
como contexto social necesario al texto en su entorno vital, era solamente
requerida en el caso de que se estuviera estudiando un lenguaje primitivo.
Posteriormente, no obstante, rectificó y extendió a cualquier lengua, la
necesidad de tener presente el contexto de la situación.
A partir del
contexto de situación Firth, (Papers in Lingüistics 1934-1951) colaborador de
Malinowski y creador de la llamada escuela de Londres, propuso una teoría del
sentido, precisamente vinculando los enunciados a su contexto de la situación.
Para describir el contexto de situación que podría ser usado para el estudio de
los textos, Firth propuso tener en cuenta los siguientes elementos:
1-
los participantes en la situación. En cierto modo
equivalentes a los roles y estatus (sociológicos) y su actividad, esto es
2-
su acción verbal y su acción no verbal
3-
otras características relevantes de la situación,
correspondiendo al analista establecer qué es relevante en un contexto
determinado.
4-
Efectos de la acción verbal.
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Elementos textuales de la contextualización:
En un primer
momento podemos diferenciar en el discurso los elementos:
diafóricos
(intratextuales) , anafóricos y que
situados dentro del texto reenvían a elementos anteriores o posteriores del
mismo catafóricos - son los que constituirán
la coherencia interna del texto, permitirán las existencia de isotopías y por
lo tanto facilitarán su posterior lectura -, de los elementos llamados exofóricos, que estarían vinculados a
la situación. Entre estos últimos consideramos los elementos indiciales.
Recordemos
que los elementos indiciales requieren de información contextual para ser
perfectamente comprensibles y carentes de ambigüedad.
Estas
expresiones marcan la ubicación de los textos y de su significado en la
ocasión, en la situación en que son enunciados.
Desde la
lingüística, Benveniste, hablando de
la subjetividad del lenguaje, considera a los indicadores de la deixis, demostrativos,
adverbios, etc., como organizadores de las relaciones espaciales y temporales
en torno al sujeto. Y añade:"
Estos (deícticos) tienen en común la propiedad de definirse sólo en relación a
la situación del discurso donde son producidos". Establecen las
referencias de persona, espacio y tiempo que ubican el texto en un contexto que
a la vez construyen.
También desde
la lingüística, Coseriu (Teoría del
lenguaje y lingüística general, 1978) propone algunas perspectivas. Considera
la situación como la "operación mediante la que los objetos denotados
"se sitúan", es decir se vinculan con las "personas"
implicadas en el discurso y se ordenan con respecto a las circunstancias
espacio-temporales del discurso mismo". Afirma luego que "la
situación es el espacio-tiempo del discurso, en cuanto creado por el discurso
mismo y ordenado respecto a su sujeto". Agrega que el lenguaje no dice las
condiciones contextuales, porque no es necesario que las diga, pero las utiliza
y, por lo tanto, la expresión real las implica y las contiene.
También para Umberto Eco, en Lector in fábula, la expresión (en el texto) posee
un significado virtual que permite adivinar el contexto. El contexto no es un
dato previo y exterior al discurso. Los participantes, a través de su
interacción discursiva, definen o redefinen la situación, su propia relación,
el marco en que se interpretan y adquieren sentido las expresiones
Actividad
1
A
continuación incluimos un discurso político para que puedan practicar todo lo
aprendido hasta ahora con respecto a la Enunciación:
El siguiente es un mensaje que desde los balcones del cabildo dirigió el
Sr Presidente de la Nación, Dr Raúl Alfonsín, al asumir el mando el 10-12-1983.
"Compatriotas: iniciamos todos hoy una etapa nueva en la Argentina.
Iniciamos una etapa que, sin duda, será difícil, porque tenemos todos la enorme
responsabilidad de asegurar hoy y para todos los tiempos, la democracia y el
respeto por la dignidad del hombre en la tierra argentina. Sabemos que son
momentos duros y difíciles, pero no tenemos una sola duda: Vamos a arrancar los
argentinos, vamos a salir adelante, vamos a hacer el país que nos merecemos y
lo vamos a poder hacer no por obra y gracia de gobernantes iluminados sino por
esto que esta plaza está cantando , porque el pueblo unido jamás será vencido. Una
feliz circunstancia ha querido que en este día, en que los argentinos
comenzamos esta etapa de cien años de libertad, paz y democracia, sea el día de
los derechos humanos. Y queremos en consecuencia, comprometernos una vez más.
Vamos a trabajar categórica y decisivamente por la dignidad del hombre, al que
sabemos que hay que darle la libertad, pero también justicia, porque la defensa
de los derechos humanos no se agota en la preservación de la vida sino, además
también en el combate que estamos absolutamente decididos a librar contra la
miseria y la pobreza de nuestra nación. Esto es un saludo nada más. No hubiera
sido completa la fiesta de la democracia argentina, por lo menos para mí, si no
hubiera contado con la posibilidad de volver a encontrarme con ustedes para
ratificar ante ustedes, una vez más, que soy el servidor de todos, el más
humilde de los argentinos, y comprometerme a trabajar junto con todos ustedes
para concretar los objetivos que hemos pregonado por toda la extensión de la
geografía argentina, y hacer así, entre todos, ciertos estos objetivos que los
hombres que nos dieron la nacionalidad nos presentan como un mandato que
sabemos ahora está al alcance de nuestras manos. Porque entre todos vamos a
constituir la unión nacional, consolidar la paz interior, afianzar la justicia,
proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los
beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos
los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino."
ª
Les recordamos las consignas:
Determinen la estrategia discursiva puesta en juego
teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
1-
Reconstruyan la situación de enunciación (es decir
en qué contexto histórico-político tan especial se pronuncia este discurso.
Tengan en cuenta que un discurso siempre debe ser contextualizado, ya
ahondaremos sobre este tema.)
2-
Construyan las imágenes del locutor y del
alocutario (deícticos, colectivos y otras caracterizaciones) especialmente la
función de la primera persona del plural , si la hubiera.
3-
¿Cómo construye el enunciador político su
subjetividad, una imagen de sí mismo, es decir cómo se sitúa, con respecto a
las entidades de imaginario? ( colectivos de identidicación, colectivos más
amplios, formas nominalizadas, formas nominales de poder explicativo)
4-
Marquen las coordenadas espaciotemporales y la
construcción del tiempo y del espacio del texto.
5-
¿Cómo construye los destinatarios?
6-
¿Cómo articula el Enunciador su enunciado con respecto
a cada componente? (descriptivo, explicativo, prescriptivo y programático).
7-
Reconozcan el rol desempeñado por los destinatarios
en el contexto de cada componente.
8-
Articulen los componentes entre sí y el peso de
cada uno.
Actividad
2
Creo que después de haber hecho la práctica
anterior con su correspondiente corrección y las consultas necesarias,
encontrarán menos dificultades en realizar este Trabajo Práctico.
Discurso pronunciado por Salvador Allende en setiembre de 1973 ante el
golpe militar de Pinochet.
Palacio de la Moneda. Santiago de Chile
“Yo no voy a renunciar. Colocado en un trance histórico, pagaré con mi
vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla
que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá
ser segada definitivamente. Tienen la fuerza. Podrán avasallarnos, pero no se
detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia
es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y en su destino. Superarán
otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse.
Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán
las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad
mejor.
¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores! estas son mis
últimas palabras. Tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano”.
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